ORIENTACIONES /ALUMNOS CON SÍNDROME DE ASPERGER/Parte II/ INTERVENCIÓN EN EL AULA



La comunicación


Generalmente muestran poca habilidad para iniciar y mantener conversaciones, con un lenguaje bien desarrollado pero con un comunicación pobre; a veces utilizan un vocabulario que podemos tildar de “pedante” o mostrar una forma de hablar “adulta” y poco espontánea. Pueden no reconocer las pausas y las señales sutiles que los invitan a unirse a la conversación, carecer de las habilidades
de hacer comentarios o añadir algo a la información aportada por el interlocutor como una forma de unirse a la conversación, puede hablarle a otra persona de forma interminable y con detalles excesivos acerca de algo que le interesa, sin conseguir “frenarse”.


Algunos tienen dificultades para conseguir el nivel de familiaridad correcto. Pueden ser excesivamente formales o tratar a un extraño como si de un íntimo amigo se tratara.


También pueden emplear un volumen de voz elevado. A veces esto podría indicar que tienen ansiedad.


Algunos alumnos con S.A. no pueden seguir instrucciones en grupo, quizás no comprendan que ellos forman parte del grupo y que las instrucciones van dirigidas para ellos y para los demás quizás han desconectado, refugiándose en su mundo interno. Algunos han encontrado formas con las que aparentan oír. Con estas habilidades ellos evitan que se les grite.
Algunos tienen habilidades receptivas pobres. Esto quiere decir que es posible que no entiendan el lenguaje que el adulto está usando cuando se dirige al grupo entero. Algunos niños desarrollan estrategias alternativas de afrontamiento cuando no son capaces de seguir instrucciones en grupo. Una estrategia muy común de afrontamiento es copiar lo que los otros niños/as hacen: esto puede camuflar serios problemas de comprensión. Una escasa motivación puede hacer que estos jóvenes no pongan el esfuerzo adicional necesario para escuchar y procesar las instrucciones.


Muchos niños con S.A. son extremadamente rígidos en sus conversaciones y disfrutan oyendo la misma respuesta una y otra vez.


Pueden usar preguntas repetitivas con objeto de "tomar la palabra" o mantener una conversación con alguien. En algunos casos las preguntas repetitivas pueden poner de relieve la ansiedad, especialmente cuando esas preguntas giran en torno a lo que va a suceder durante la jornada.
Comprender los conceptos abstractos, es difícil para los niños/as con S.A.


Con frecuencia tienen una comprensión del lenguaje muy concreta y literal. El uso idiosincrático del lenguaje, las metáforas, frases hechas, expresiones (ej.: estirar las piernas, estar congelado, tirarse a la piscina...) y otros aspectos como el sarcasmo o los chistes pueden ser interpretados de manera literal. Incluso utilizando un lenguaje concreto, podrían no captar el significado que subyace a las intenciones del hablante. Las ironías y el sarcasmo, cuando decimos algo con el lenguaje verbal pero otra diferente con el no verbal, son especialmente difíciles de captar para ellos. Esto les hace vulnerables a las bromas.


Sugerencias de Programación
Puede ser necesario enseñarles y entrenarles cómo presentarse o saludar a los demás, la manera de ceder el turno de palabra o finalizar una conversación, cómo hablar si la otra persona está interesada, etc.


La voz elevada, las expresiones muy vivas y los gestos contundentes que tendemos a usar instintivamente pueden interferir en su forma de comprender. Él puede verse sobrecargado o alarmado por toda esa información extra que podría distraerlo del contenido de la comunicación. Es preferible usar un tono de voz calmado sin exagerar las expresiones.


Es importante no creer es capaz de "leer entre líneas". Es necesario explicarle exactamente qué queremos decir,particularmente cuando ello implica comportarse en situaciones sociales.
Para la participación en conversaciones de grupo, se podría utilizar un objeto, de manera, que solo se le permitirá hablar
cuando tenga el objeto en la mano. Será necesario explicarle, también, que las pausas en la conversación son los momentos para tomar parte en la misma con sus comentarios. Será necesario que practique el reconocimiento de pausas (podría hacerlo en las clases de apoyo). Para esto serán de gran ayuda el uso de vídeos de programas de T.V., seleccionándolos bien,ya que hay pocos que den buen ejemplo.


Podría necesitar que las instrucciones que se dan al grupo, se las repitieran individualmente.
Podría ser suficiente con que el profesor antes de una explicación (exposición de información, instrucción...) mencionara el nombre del niño para que supiese que estaba incluido dentro del grupo o cite algo de su interés para captarle.


Para la exposición oral de un tema sería muy adecuado ofrecer un organizador (esquema previo) de lo que se va a hablar, recurriendo a él cada vez que se toca un nuevo punto para que el niño se sitúe en todo momento; utilizar nexos para relacionar la información. Hacer recapitulaciones frecuentes y resumen final. Haremos pausas para que pueda procesar la información. Si se utiliza un lenguaje abstracto, aclarárselo a parte, siempre que sea posible. Esto beneficiaría a todo el grupo, siendo especialmente adecuado para estos niños.


Los organizadores visuales, como pictogramas o palabras clave, pueden serle de gran ayuda también.
En todo caso, hay que entrenarle para que haga preguntas cuando no ha entendido algo y ayudarle a desarrollar estrategias para que retome cuando ha perdido el hilo de la explicación.


Observe si el niño en situaciones informales, entiende el tipo de lenguaje usado en situaciones grupales.


Algunos niños con S.A. pueden escuchar y comprender mejor si no miran al hablante. Las señales no verbales pueden confundirlos o distraerlos. No insista en que el niño le mire mientras usted habla.
Siempre le ayudará usando oraciones cortas y sencillas, lo cual beneficiará a otros muchos niños.


Si tiene que hacer frente a una conducta inadecuada del niño, intente mantener su tono tan neutral como sea posible y su lenguaje tan simple como pueda. Dígale claramente que siente que se porte mal, explíquele la conducta que le gustaría ver en su lugar y sea muy claro acerca de las consecuencias. Asegúrese de que lo ha entendido. Necesitará ser mucho más concreto y directo de lo que normalmente es. Largas explicaciones acerca de por qué un comportamiento determinado es incorrecto e intentar razonar con el niño pueden ser contraproducentes.


Con respecto a las expresiones, frases hechas...sería imposible y antinatural dejar de utilizarlas. Sin embargo es importante recapacitar sobre lo que hemos dicho y cambiar la frase si fuera necesario, o al menos comprender que el niño ha podido no hacer una interpretación adecuada de lo que queremos decir. Por ejemplo: en lugar de decir "dame 5 minutos", decir, “hablaré contigo a las 8 y
cinco”.

Enfatice aquello que quiere en vez de lo que no quiere (por ejemplo: "por favor silencio", en vez de "no quiero todo este ruido, gracias").

Enséñele algunos refranes comunes, expresiones, frases hechas.... y giros comunes (por ejemplo: "hacer cola", "en un minuto" etc).

Si habla demasiado alto, indíqueselo expresamente, con discreción.
Respecto a las preguntas repetitivas, sería bueno respetar los intentos de comunicación y darle tiempo para que haga sus preguntas cuando él lo necesite. Esto puede servirle como estrategia para calmarse y permitirle más tarde mantener una conversación con un objetivo determinado.

Ofrecerle y enseñarle a usar estrategias que lo tranquilicen más apropiadas, como por ejemplo escuchar música o hacer un dibujo, leer su libro favorito, usar un objeto que le reduzca el estrés, o cualquier otra podría ser apropiada.
Utilizar las preguntas repetitivas como una oportunidad de aprendizaje. Dígale que contestará a su pregunta cuando él
acceda a una petición suya.

Reducir gradualmente el tiempo para responder a su pregunta repetitiva, por ejemplo: "no puedo contestarte ahora, pero puedo hablar contigo a las 11 horas durante 5 minutos". Es importante asegurarse de que puede cumplir lo que ha dicho.


Solo permitir las preguntas repetitivas en un lugar determinado, por ejemplo: en el patio del recreo. Es importante que tenga acceso a ese lugar varias veces al día.
 Ser tajantes (rotundos) poniendo límites a las preguntas, pero invitar a conversar de una forma más apropiada: "esta
pregunta es aburrida, pero pregúntame otra cosa..." o "háblame acerca de....”


Gama Restringida de Intereses e insistencia en el cumplimiento de normas


Los niños con SA tienen preocupaciones excéntricas o fijaciones extrañas e intensas (a veces, coleccionar obsesivamente objetos poco usuales o acumular información sobre temas poco habituales en su edad). Tienden a hablar constantemente sobre sus áreas de interés; hacen preguntas repetitivas sobre ello...tienen dificultades en expresar ideas; siguen sus propias inclinaciones sin considerar las demandas externas; y a veces, muestran rechazo a aprender aquello que no pertenece a su limitado campo de intereses.


Este tipo de comportamiento tiene como función reducir la ansiedad. También puede obedecer a que quiere participar en conversaciones pero no sabe otra forma de hacerlo.
En cuanto al cumplimiento de normas, las reglas tajantes y rotundas proporcionan a las personas con autismo límites y guías útiles.

Debido a las dificultades de flexibilidad mental las personas con SA pueden no entender que hay momentos y situaciones donde las reglas pueden ser transgredidas, negociadas, ni entender por qué no se han de seguir estrictamente. El cambio de reglas o la interpretación flexible, a ellos pueden generarle ansiedad o recurrir al papel de adulto o “pequeño” profesor, reclamando a compañeros u otros adultos el cumplimiento estricto. A veces esto provoca la burla o rechazo de otros niños.


Sugerencias de Programación


Es importante comprender sus razones para hablar una y otra vez sobre este tema (reducción de la ansiedad).
Si el discurso obsesivo, observamos que es una manera de afrontar la ansiedad, intente encontrar otras formas que puedan ayudarle. Si es posible, elimine alguna de las causas de su preocupación o puede ofrecerle alternativas, métodos para tranquilizarse.


En todo caso, es importante reducir los límites permitidos para hablar de su tema de interés, es decir, establezca "tiempos especiales", por ejemplo, las pausas, y de manera firme opóngase a hablar de ellos fuera de esos tiempos establecidos.


Permitirle que lo haga en tiempos establecidos le ayudará a aprender a controlarse.
Darle la oportunidad de que hable de su "tema favorito" puede ser utilizado también, como un refuerzo por terminar tareas,etc.

Estos niños son muy receptivos a las alabanzas, se le puede reforzar con comentarios positivos, cuando haya escuchado a un compañero y haya respetado el turno de palabra, o cuando haya sabido esperar al momento adecuado para hablar de lo que le interesa. A veces hay que elogiar en ellos comportamientos sociales muy simples, pero que a ellos les cuesta manifestar.


Habrá que enseñarle explícitamente con quién y en qué momento es adecuado hablar de su tema favorito. También se le puede sugerir con quién puede hablar de ello porque comparte su mismo interés.


Algunos niños con SA pueden negarse a realizar tareas que no tengan que ver con sus áreas de interés. Hay que expresarles que se espera firmemente de ellos que realicen lo que se les pide. El niño con SA, al igual que el resto del alumnado, tiene que tener muy claro que no es él el que manda y que debe obedecer una serie de reglas específicas.


En el caso de los niños con una gama de intereses muy restringida y con rasgos especialmente marcados, puede ser
necesario, al principio, hacer girar las tareas escolares en torno a sus áreas de interés (por ejemplo, si su tema de interés son los astros, permitirle que construya frases gramaticales, problemas de matemáticas, etc. que traten de esos temas).
Gradualmente, hay que introducir otros temas en las tareas.

Finalmente, podemos recurrir al tema de interés para ir ampliando su campo de intereses. Por ejemplo, si estamos viendo los climas y su tema de interés son los animales, podemos establecer relación entre los animales que habitan en un clima determinado y que realice su tarea de este modo; de este modo conseguiremos que se interese por el clima.


Si se elaboran normas de clase, pensar cuidadosamente cómo son redactadas, explicitando la posible interpretación flexible de las mismas. Cuando no se siga una norma, asegúrese de que alguien le explica por qué eso es así en ese caso.


Al niño habrá que explicarle por qué los niños no le entienden cuando se comporta como un adulto. Enséñele y practique con él, en las clases de apoyo, en su caso, alternativas para expresar sus preocupaciones. Se pueden practicar “historias sociales para explicarle por qué algunas personas a veces transgreden o rompen las normas.

EOEP Astorga- CRA de Bustillo del Páramo

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