Características esenciales en un buen desarrollo emocional de niños y niñas:


Características esenciales en un buen desarrollo emocional de niños y niñas:

• Tener una buena imagen personal y, por lo tanto, una buena

autoestima.

• Tener competencia y confianza en sí mismo frente a los desafíos

escolares.

• Tener una actitud creativa frente a la realidad.

• Ser consciente de las habilidades que se tienen y de las áreas

en que se desea cambiar.

• Ser empático, es decir, relacionarse con los demás, entendiendo

sus emociones, sus estados de ánimo y sus expectativas.

• Tener un apropiado nivel de autoexposición, es decir, ser capaz

de mostrar lo que se piensa o se siente.

• Encontrar soluciones apropiadas frente a situaciones conflictivas.

• Fijarse metas realistas y adecuadas a las propias capacidades.

• Tener una actitud activa frente a la realidad.

Dichas características están interrelacionadas entre sí, por lo cual,

si una de ellas manifiesta un cambio, sea positivo o negativo,

afectará directamente a las otras.

Podemos considerar que “un ser humano íntegro es capaz de

reconocer sus sentimientos, es sensible a los ajenos y es capaz de

compartir las experiencias afectivas”,por ende, como parte del

desarrollo integral es preciso revisar el concepto de autoestima,

entendiéndola como “la suma de juicios que una persona tiene de

sí misma, es decir, lo que la persona se dice a sí misma sobre sí

misma” (Haeussler y Milicic, 1995), lo cual se vincula íntimamente

al sentirse querido(a), apreciado(a) e importante tanto para sí

mismo(a) como para quienes le rodean. Es una de las conductas

psicológicas con mayor repercusión en la calidad de vida de las

personas, en su rendimiento y salud mental.


La importancia de la autoestima radica en la percepción que la

persona hace de sí misma, puesto que si no se quiere a sí misma,

difícilmente podrá ser feliz y hacer feliz a los demás8, de este modo,

si permanentemente los mensajes recibidos desde el exterior son

críticas, retos o burlas la autoestima tenderá a disminuir, teniendo

como consecuencia la desconfianza en sí mismo(a) y en las

capacidades que se poseen y que son opacadas por mensajes

desfavorables desde el medio, por lo tanto, requiere ser

alimentada permanentemente, durante todas las etapas de la vida,

fundamentalmente en la infancia, cuando el niño y la niña están

construyendo el concepto de sí mismos(as).
 

La autoestima incluye varios aspectos. El físico (sentirse conforme

con su apariencia), intelectual (confianza en sus capacidades

de pensar y aprender), emocional (respeto por los propios

sentimientos) y social (sentimiento de ser valorado por otros y

capaz de establecer relaciones con los demás).


 Un niño(a) con una autoestima positiva es aquel que tiene una sensación interna de valoración de auto-respeto y confianza en su capacidad de enfrentar situaciones y desafíos nuevos.

Una autoestima positiva no significa sobrevalorarse. Más bien,
es conocer y apreciar las propias cualidades, reconocer las
debilidades y confiar en que estas últimas representan aspectos
posibles de mejorar o atenuar.

Sin duda, el entorno familiar es el ambiente más significativo
para la vida del ser humano, es el primer lugar de convivencia,
en el que los niños y las niñas adquieren su identidad, aprenden
a conocerse y a aceptarse, desarrollan sus afectos y desde ahí
conocen el mundo que los rodea.

Fuente :Milicic, Neva (1991). “Abriendo ventanas”, actividades para estimular el desarrollo afectivo
de niños entre 5 y 8 años. Editorial Universitaria. Santiago de Chile.

Unidad de Educación Parvularia
División de Educación General
Ministerio de Educación
www.mineduc.cl
Programa Manolo y Margarita aprenden con sus familias.
Taller: Manolo y Margarita fortalecen su autoestima.


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