Bases biológicas del TDAH: Cómo funciona el cerebro de un niño hiperactivo

 
 

III Jornadas Leonesas sobre TDAH. X Aniversario de la Asociación ALENHI. Detección Temprana, Diagnóstico y Tratamiento Multidisciplinar del TDAH.
"Bases Biológicas del TDAH, Detección Temprana y Tratamiento Multidisciplinar"
Dr. Julián Vaquerizo Madrid. (Neuropediatra del Hospital Materno Infantil de Badajoz).
Bases biológicas del TDAH: Cómo funciona el cerebro de un niño hiperactivo
Cuando nos referimos a la dopamina nos estamos refiriendo a una sustancia que actúa en el cerebro a modo de neurotransmisor, esto es un compuesto químico que participa en la transmisión de señales nerviosas entra las neuronas. Por tanto, la dopamina juega un papel fundamental en el funcionamiento cognitivo, en la regulación de la conducta, en los procesos del aprendizaje, las sensaciones de placer y en los actos de motivación y recompensa.
Los estudios e investigaciones acerca del TDAH relacionan este trastorno con un desajuste de este neurotransmisor a nivel cerebral el cual sería el responsable de la mala ejecución cognitiva y ejecutiva y del mal funcionamiento de ciertas áreas del cerebro del niño/a con TDAH.
También se ha relacionado el TDAH con una disfunción en los ganglios basales y el núcleo estriado, y especialmente una hipofunción, es decir, una disminución de la actividad, en la corteza cerebral prefrontal que es la encargada del funcionamiento ejecutivo.
Los tratamientos farmacológicos como es uso de psicoestimulantes (metilfenidato, atomoxetina, etc.) están especialmente diseñados para corregir estos problemas a nivel neuroquímico y restaurar el funcionamiento de los neurotransmisores en el cerebro.
Neurobiología del TDAH: Neuropsicología y Funciones ejecutivas
Desde la neuropsicología, la manifestación del TDAH interfiere con las funciones ejecutivas del niño, es decir, las funciones cognitivas superiores que integran, dirigen y supervisan el resto de las funciones cognitivas del cerebro (memoria, atención, percepción, etc.)
Estos déficits en el funcionamiento ejecutivo se manifiesta en las siguientes acciones y áreas:
- Atención Sostenida: falta de persistencia, disminución del rendimiento
- Inhibición de interferencias: distracción, fragmentación, desorganización de la conducta
- Planificación: impulsividad, comportamiento errático
- Supervisión y control de la conducta: deshinibición, escasa corrección de errores
- Flexibilidad cognitiva: perseveración, rigidez, fracaso ante tareas novedosas
- Memoria de trabajo: razonamiento, comprensión del lenguaje.
Evolución del TDAH en el desarrollo evolutivo de los niños: signos de alarma
9 signos de alerta evolutivos TDAH-preescolares:
    1. Pobre desarrollo del juego social (asociativo-cooperativo)
    2. Estilo de juego: Preferencia por los juegos deportivos sobre los educativos
    3. Actitud "desmontadora" ante los juguetes. Pobre "interés sostenido" por el juego con juguetes
    4. Retraso en el lenguaje
    5. Retraso en el desarrollo de la motricidad fina adaptativa: TORPEZA
    6. Dificultades para el aprendizaje para los colores, los números y las letras
    7. Dificultades en el desarrollo gráfico y comprensión de la figura humana en el dibujo
    8. Inmadurez emocional
    9. Rabietas y accidentes en el hogar o en el parvulario
La importancia de la alimentación en el TDAH
El omega-3 aumenta la dopamina, y si aumenta la dopamina, es bueno para el TDAH.
Estudios recientes han demostrado que los ácidos grasos omega-3 (grasas saludables) que podemos encontrar especialmente en el pescado azul y los vegetales de hojas verdes, son beneficiosos para las personas con trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, o TDAH, debido a que la ingesta de estos alimentos, o la administración de suplementos de omega-3 aumenta la cantidad de dopamina en el cerebro, y por tanto mejora la regulación neuroquímica en estos niños. Estos acidos grasos que se obtienen de forma natural a través de la alimentación, son fundamentales para el buen funcionamiento cerebral, y en el caso de los afectados por TDAH para corregir aquellas disfunciones neurobiológicas propias del trastorno.
Detección del TDAH en la infancia
La detección del TDAH conlleva una serie de pasos que parten siempre de una Sospecha Diagnóstica que generalmente parte de los padres o de la escuela.
Para poder hacer una detección correcta del TDAH son necesarias una serie de valoraciones de los diferentes ámbitos.
El Protocolo de Evaluación del TDAH está compuesto por:
- Historia Clínica Pediátrica: Periodo neonatal, desarrollo Psicomotor, desarrollo neurosensorial, historia del parto, experiencia personal, etc.
- Información directa del personal docente (orientador del centro escolar, tutor, profesores)
- Antecedentes familiares
- Información directa de los padres y familiares cercanos
- Entrevistas médicas, neuropsicológicas, psicológicas, informes pedagógicos, criterios diagnósticos
- Exploración Pediátrica
- Observación conductual del niño/a
- Existen también otras pruebas complementarias para el diagnóstico del TDAH como los análisis de laboratorio, estudios de neuroimagen, exámenes neurofisiológicos, etc. El mayor inconveniente de estas pruebas es su alto coste, la dificultad al acceso por parte de las familias y que algunas de ellas son estudios que están aún en proceso de investigación.
Dimensiones del TDAH
Las dimensiones del TDAH son las siguientes:
1) Conducta
2) Cognición: Inmadurez, dificultades emocionales, disfunciones neurobiológicas, etc.
3) Síntomas nucleares del trastorno: Distrabilidad, Déficit de atención, Hiperactividad, Impulsividad
4) Problemas relacionados con el trastorno:Problemas familiares, relaciones sociales, comorbilidades


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