Ayudad a los niños a recordar y entender lo que han
leído con estos consejos para profesores y padres
Escrito por Shasta McFry y Jessica Cobb
Publicado en el número de Otoño de 2012 de la revista ADDitude
Publicado en el número de Otoño de 2012 de la revista ADDitude
Traducido y adaptado por la Dra Elena Díaz de Guereñu
Texto original en inglés
Texto original en inglés
Los estudiantes con TDAH se quejan a menudo ante sus padres
y maestros: “He leído toda la página, pero no recuerdo nada.” La dificultad
para recordar lo que se lee es causada por un déficit de las funciones
ejecutivas. Las siguientes estrategias pueden ayudar a los niños a recordar y
comprender mejor lo que leen.
Herramientas para Maestros
Estructurad la lección, adaptándola a los diferentes
estilos de aprendizaje de los alumnos. La lectura estructurada – la profesora
lee primero un fragmento, luego lo hace el estudiante y luego ambos – reduce el
estrés de quienes tienen problemas de lectura; además, permite a los
estudiantes grabar la rutina en su mente. Permitid que el niño se ponga de pie
o camine por la clase mientras lee.
Llamad la atención sobre las palabras. Los gestos,
las expresiones faciales y el movimiento mantendrán la atención de los alumnos
durante la lectura. Escribir en el aire sirve para que el alumno
practique la ortografía, escribiendo en el aire con el dedo. Las tarjetas de
respuesta permiten demostrar su comprensión de un pasaje. Escribid “SÍ” o “NO”
y “A”, “B” o “C” en las tarjetas y haced que las utilicen para responder
vuestras preguntas.
Utilizad el color y el sonido. Marcar palabras,
frases o fragmentos de texto con colores aumenta la implicación del alumno.
Escuchar audiolibros y hacer que los alumnos lean en voz alta para sí mismos
también mejora su comprensión. Utilizad la música para alertar a los
estudiantes avisarles de que pasáis al siguiente tema.
Id más allá de la lectura para enseñar temas nuevos. La
técnica del “tiovivo” ayuda a los niños a retener mejor lo que leen. Los
estudiantes forman pequeños grupos para responder a preguntas sobre la lectura
asignada, colgadas en carteles alrededor de la clase. Dadles tiempo para que
cada grupo decida una respuesta para uno de los carteles. Después, los grupos
rotan al siguiente cartel.
Practicad la lectura de diferentes maneras. Haced que
toda la clase lea a la vez; es una estrategia excelente para concentrarse en un
texto breve. Leed o releed un pasaje en voz alta, omitiendo palabras clave. Dad
a los estudiantes un texto corto e interesante. Ellos lo leen una y otra vez
hasta que la fluidez aumenta y marcan su progreso en un gráfico.
Sugerencias para padres
Formad equipo. Leed “a” y “con” vuestro hijo todos los
días. Leed párrafos o páginas por turnos: uno de vosotros lee las páginas de la
izquierda, y el niño las de la derecha. Leed al unísono mientras recorréis el
texto con el dedo.
Trabajad con las palabras difíciles. Si vuestra hija
lee mal una palabra, decidle inmediatamente la palabra correcta. Haced que
recorra la palabra con el dedo y la lea tres veces en voz alta. Luego, pedidle
que vuelva a leer la frase que contiene esa palabra, y continuad.
Dadle un boleto. Dadle a vuestro hijo un papel en
blanco. Después de leer un pasaje corto, tendrá uno o dos minutos para escribir
todo lo que pueda sobre lo que acaba de leer. Cuando os lo entregue, conseguirá
un pequeño descanso. Repetid el proceso.
Hacedlo breve –y divertido. Los libros voluminosos
con pocas ilustraciones intimidan a quienes leen con dificultad. Dadles libros
apropiados para su edad, con imágenes y poco texto, chistes y adivinanzas,
cómics, revistas y letras de canciones.
Marcad con colores la información clave. Fotocopiad
una lección del libro de texto de vuestra hija y subrayad las palabras
importantes y las definiciones con un color y las ideas principales con otro.
FUENTE:Dra. Elena Díaz de Guereñu
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