6 consejos para ayudar a tus hijos a manejar el estrés
Del mismo modo que los adultos, los niños también tienen
dificultades con el estrés. Un exceso de tareas, los conflictos en sus familias
y los problemas con los compañeros suelen ser los factores de estrés que
abruman a los más pequeños.
Por supuesto, una cierta cantidad de estrés es normal. Es
habitual sentirse estresado por comenzar la escuela o ante la perspectiva de un
examen importante. La clave para ayudar a los niños a manejar el estrés tiene que
ver con enseñarles a resolver sus problemas, planificar y saber cuándo decir no
a las diversas actividades y compromisos.
He aquí algunos consejos para ayudar a tus hijos a
manejar el estrés con éxito.
1. Controlar la sobreactividad.
Uno de los mayores factores de estrés para los niños es
el exceso de actividades. Hoy se espera que los niños presten atención y
trabajen en la escuela durante siete horas, sobresalgan en las actividades
extracurriculares, vuelvan a casa, terminen la tarea y vayan a la cama para
volver a hacerlo todo de nuevo al día siguiente. Pero ¿dónde está el tiempo de inactividad?
Los niños necesitan ese tiempo de inactividad. Sus
cerebros y cuerpos necesitan descansar, y ellos no pueden darse cuenta de esto
por sí mismos. Así que saber si tu hijo tiene un exceso de actividades es
importante al objeto de asegurarte de que en su agenda hay suficiente tiempo de
inactividad.
2. Dedicar un tiempo para jugar.
Es importante realizar actividades en las que no exista
la presión o la competencia. Los niños más pequeños suelen hacer esto de forma
natural. Pero los niños de más edad pueden olvidar simplemente cómo jugar. Combinar el juego con la actividad
física es también fundamental para el bienestar.
3. Hacer del sueño una prioridad.
El sueño es vital para todo, desde reducir el estrés
hasta impulsar el estado de ánimo o mejorar el rendimiento escolar. Si tu hijo
no está durmiendo lo suficiente puede ser otra señal de alerta de que está
demasiado atareado. Una vez más, reducir los compromisos suele ayudar. También
es útil hacer hincapié en la importancia del sueño y en la creación de un
entorno que lo facilite.
4. Enseña a tus hijos a escuchar sus cuerpos.
Enseña a tus hijos a comprender su propio cuerpo y la
fisiología del estrés. Anímalos a escuchar lo que sus cuerpos están diciendo.
Si bien es normal que el estómago de un niño se sienta nervioso en el primer
día de escuela, salir de clase por un dolor de estómago o despertarse varias
veces con un dolor de cabeza es un signo de que hay demasiadas cosas.
5. Maneja tu propio estrés.
El estrés es muy contagioso. Cuando los padres están
estresados, los niños también se estresan. Si estás viviendo en un ambiente
poco estructurado tu hijo lo notará de inmediato. Es importante servir de modelo a tus hijos para que lleguen a
afrontar con eficacia el estrés.
6. Prepara a tus hijos para hacer frente a los errores.
Una gran parte del estrés infantil proviene del miedo a
cometer errores. Hay que recordarles que no se espera de ellos que lo hagan
todo bien. Además, si bien es cierto que tomar buenas decisiones es una
habilidad importante, es tal vez más importante aprender a recuperarse de una
mala decisión.
Es fácil estresar a nuestros hijos por no
ayudarles a entender que meter la pata es parte del proceso. Es necesario
ayudar al niño a entender los pasos a seguir después de una mala decisión.
Hemos querido completar este post ofreciendo para su
descarga un interesante trabajo de Laura B. Oros y Gisela K. Vogel titulado “Eventos que generan estrés en la infancia:
diferencias por sexo y edad” que se propone como objetivo conocer los
estresores más frecuentes en la infancia y su relación con variables
intrínsecas como edad y sexo
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