Cómo ayudar a tu hijo a hacer nuevos amigos



Cómo ayudar a tu hijo a hacer nuevos amigos


Hacer nuevos amigos cuando se muden de casa o cambien de escuela o año escolar puede ser todo un reto para los niños.
Tal vez estén tristes, extrañando a sus viejos amigos. Pueden estar preocupados, preguntándose si van a ser aceptados en el nuevo entorno. Y pueden carecer de las habilidades sociales para abordar a alguien nuevo y ofrecerle su amistad.
¿Cómo puedes ayudar a tu hijo a hacer esta transición y tener amistades nuevas?

    Entenderlo.
Por más que tu hijo se vea seguro de sí mismo en casa, puede ser muy diferente su comportamiento en un lugar nuevo. Es normal que sea tímido y que no se lance  a buscar relaciones nuevas.

Dale su espacio y su tiempo, apoyándolo con tu actitud optimista.Cuando hables con él no lo presiones con preguntas como, “¿Con quién jugaste? ¿Quién te invitó a jugar? ¿Quiénes son tus amigos?”

Dale la oportunidad de conocer el entorno ,y espera que él te cuente.. Poco a poco irán saliendo los nombres de niños con quienes él convive.

 Practicar en casa.

Si hay hermanos, tu hijo tiene oportunidad de practicar las relaciones sociales en un ambiente seguro.

Promueve la convivencia entre tus hijos en el horario familiar de todos los días, comiendo juntos y hablando en la mesa, saliendo juntos y compartiendo los quehaceres de la casa.

No sobrecargues a tus hijos de actividades extracurriculares, para que permitas que pasen un poco más de tiempo con los hermanos.

Tener hermanos también puede ser una ventaja al momento de conocer a familias nuevas: tal vez se pueda relacionar con el hermano de la amiga de tu hija, por ejemplo.

 Modelar la inteligencia emocional.

¿Quién es un buen amigo? ¿Qué hacen los amigos para ayudarse y apoyarse? Enseña a tu hijo lo que tú haces con tus amigos y habla de tus experiencias.

En casa tú puedes demostrar la empatía, enseñando a tu hijo cómo tú puedes imaginar los sentimientos de los demás (“Tu hermana está muy callada. Se ve triste, ¿no crees? ¿Por qué no le das un abrazo?”).

Usa la inteligencia emocional para hablar de los sentimientos ajenos y propios. (“A mí no me gusta que cojan mis cosas sin permiso. Me da mucho coraje.”)

Es muy importante que tu hijo entienda su derecho de hablar de sus sentimientos con los amigos y poner límites cuando algo no le guste o le incomode.

  Invitar.

¿Cómo aprendes a convivir? ¡Conviviendo! Es importante que tu hijo tenga la experiencia de invitar a un potencial amigo nuevo a compartir su terreno.

Es muy diferente la experiencia de convivir con alguien de su propia edad, quien no le tendrá paciencia ni consideraciones especiales como tal vez haya llegado a esperar de los hermanos mayores, por ejemplo.

Antes de tener a un invitado, ensaya las reglas con tu hijo. Hay que seguir las normas de la casa (sentarse en la mesa para comer, lavarse las manos después de ir al baño, hablar con respeto a los demás) y compartir todo.

Cuando llega el invitado, mantente al margen, dejando transcurrir las cosas de forma natural. Tus expectativas sobre su buen comportamiento deben bastar para guiar a tu hijo, pero si eso no fuera el caso, no te metas de inmediato.

Aunque discutan o se peleen, son retos que ellos deben tratar de superar. Por lo tanto, supervisa sin intervenir si no es absolutamente necesario.

No todas las experiencias son perfectas, pero los niños por lo general pueden llegar a ser amigos por su cuenta si tienen el tiempo de estar juntos.

Acuérdate que los mejores amigos necesitan equivocarse, pedir y otorgar perdón.

Fomentar la convivencia.

Si hay invitaciones a fiestas de cumpleaños o convocatorias para el equipo de futbol, lleva a tu hijo. Los eventos planeados y los deportes de equipo son excelentes oportunidades para que tu hijo conviva con niños de su edad.

El contacto con otros niños en un ambiente supervisado y organizado le da a tu hijo experiencias comunes que puede compartir.

La amistad también nace de gustos similares; si tu hijo tiene un interés particular, como la pintura por ejemplo, puede conocer a otros niños con la misma preferencia en una clase de arte.

Valorar la amistad.

En el horario familiar deja un espacio para la convivencia con los amigos. No es lindo que las invitaciones del amigo sean siempre rechazadas porque tú tienes muchos compromisos.

En casa pueden todos mostrar su estima hacia los amigos hablando bien de ellos y tratando de ayudarlos cuando lo necesiten. La lealtad hacia un amigo es un bello valor que se puede fomentar en casa.

Haz de tu casa un lugar donde los amigos de tus hijos se sientan queridos y bienvenidos.


 

 

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